"Añada Excelente"

La calificación de añadas de algunas indicaciones de calidad vinícolas españolas es más que previsible, porque, aunque a veces no se sostiene, suele ser una herramienta de venta más para sus vinos que de información para quienes se asoman a la Cultura del Vino. Para cerciorarse de esto, no hay más que consultar el histórico de cosechas, que se repite de forma machacona, frente a uvas difíciles de domesticar de años en concreto.

Claro que en esta época de información a través de plasmas, y en las que se les hurta a los periodistas su noble obligación de preguntar, leo en una información de una denominación de origen lo que podría calificarse de “no noticia”, dado que se asegura de que, “casi con toda seguridad la cosecha será excelente”.

La verdad es que no sé como de escasos pueden estar de información los periodistas en algunas zonas, dado que la información a la que aludo es de un teletipo de agencia, pero me cuesta creer que desde un organismo oficial no se puntualice que hay todo un protocolo para analizar las nuevas añadas, que desembocan en Comités de Cata que reúnen a expertos del sector, a funcionarios y a periodistas, que digo yo que tendrán algo que decir y que sean ellos los que determinen finalmente si la campaña ha sido excelente, muy buena, buena, regular o mala.

De algo tendrán que servir los Comités de Cata o los Jurados de Vinos...

Si habláramos de lo contrario, dejaríamos entrever que las decisiones se toman meses antes de que se produzcan y la verdad que es algo que no interesa a las instituciones que velan por la calidad de vino en nuestra piel de toro, porque bastante han quedado algunas instituciones como Rueda por las denuncias contra la destitución del que fuera su secretario un porrón de años y algunos miembros de su Comité de Cata. Desde voces autorizadas de la zona, se les ha “acusado” de que querer hacer valor su rigor técnico ante vinos que no merecían el marchamo de Rueda. Sin duda, mal van si pueden verse varietales de Verdejo a menos de dos euros, porque la calidad no tendrá más remedio que resentirse y convivirán bajo una misma contraetiqueta vinos dignos del tal nombre y otros muchos que no.

Es más, el propio concepto de Denominación de Origen en nuestro país creo que está perdiendo enteros, después de que hayan crecido en número en los últimos años y nos hayamos atiborrados de Pagos, que hace un par de décadas no existían y que, por ejemplo, en Francia se regulan desde el primer tercio del siglo XIX. Y eso ni qué decir tiene cuando hablamos de extensiones importantes de viñedo, que abarcan varias provincias y climas, variedades y condiciones muy diversas. 

En Castilla-La Mancha, que es la zona que más conozco por proximidad, se habla de simplificar el abanico existente de indicaciones y unificarlo bajo un único paraguas. Y eso es algo que se suelta en pequeños foros, normalmente en actos sociales, aunque con la risa complaciente de algunos de los que están en los fogones de las cocinas donde se cuece todo…

Cuántas veces echamos en falta rigor informativo, ya sea desde fuentes oficiales o desde los medios de comunicación especializados, dejando de lado las veces que se utiliza la palabra “caldo”, a la que hemos dedicados artículos completos y que no deja de dar trabajo a la plataforma creada en facebook en contra de la sinonimia entre vino y caldo, que os animo a apoyar, a visitar y a denunciar las prácticas de quienes siguen errando.

Las añadas tendrían que servir, no obstante, para orientar a los consumidores y que supieran que hay cosechas complicadas por numerosos motivos: la escasez o la abundancia de agua; la climatología, enfermedades de la vid, fenómenos meteorológicos… 

Sólo siendo rigurosos con esto, los amantes del vino podrán cerciorarse de que las bodegas no sacan sus vinos más especiales todos los años, porque aquí no hay una fórmula como en la Coca.Cola. Y eso es realmente lo más imprevisible y lo más bonito de este mundo; porque, de otra forma, todo el mundo podría hacer vino.

 
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IN VINO VERITAS, LONGAE VITAE!))