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miércoles, 3 de diciembre de 2014

Brunch + asado, la dupla imbatible del Mercado del Faena



El brunch es una palabra muy usada en la gastronomía, pero ¿qué es el brunch? Por definición es la unión del breakfast (desayuno) y el lunch (almuerzo) y, por lógica, se debería comer entre los horarios de los mismos, más tirando para el del almuerzo. Pero como a los argentinos nos gusta mucho tomar palabras y acciones y modificarlas, éste fue mutando un poco y, bajo mi humilde opinión, el brunch es para los que trasnochamos.


Imaginemos la situación siguiente: nos levantamos tarde el sábado o el domingo después de una larga fiesta, se nos pasó la hora del desayuno y encima tenemos más ganas de pegarnos una ducha que de clavarnos 3 medialunas con un café con leche. Si nos despertamos a las 11, reptamos un rato hasta la ducha hasta que volvemos en sí, probablemente se hagan las 12 y es ahí cuando nuestro estomago nos recuerda que aún no le hemos aportado nada.



Ahí es cuando entra el querido y salvador brunch, para calmar el hambre de más de 12 horas. Yo por suerte probé varios, todos muy ricos, con excelentes fiambres, pescados, ensaladas, verduras grilladas, algún budín, la parte que correspondería al desayuno como medias lunas, etc., pero siempre me faltaba algo más contundente.



Es ahí cuando conocí el asado más brunch del Mercado del Faena: todo lo que mencioné antes más papines al horno, papas a la crema, empanadas fritas y, por la ventana, apreciás en el patio la parrilla y el asador, con chori, morcilla, mollejas, cordero y los costillares esperando a ser devorados. Todo esto acompañado en esta ocasión por el Ciclos Cabernet Sauvignon y Torrontés de Bodega El Esteco (van rotando). De esta forma, la legendaria caminata que hacíamos a la mesa del brunch para recargar los platos se incrementa también para el lado del asador, y así poder pedirle el corte que más nos gusta (esto si queremos levantarnos, sino los mozos te atienden como corresponde, pero aconsejo la propia movilidad para hacer lugar en nuestro estómago y seguir disfrutando de la comida). Podes disfrutar solo el brunch más un plato por $280, sumándole el asado el valor es de $ 600.




El lugar es muy relajado, tanto es así que en el momento de pasar a los postres, me pedí una copa de Torrontés, dado que el día estaba muy agradable, y me senté unos minutos en los sillones del patio. Al volver, pensando en qué postre pedir, me tenté con unas fetas de jamón crudo que me cabeceaban como lo hacían nuestros padres en los viejos bailes barriales. Así que las acompañé con un par de quesitos para seguir con un tiramisú y el café, relajado, mirando por la ventana los jardines y la decoración muy “Discepolín” del salón, donde conviven cuadros del General San Martín junto con Sandro, Gardel y el Diego.






El matrimonio de asado más brunch del mercado es un verdadero golazo, salú!!!





 "La comunicación es nuestro principal objetivo y sin vosotros no tendría sentido, gracias"




IN VINO VERITAS, LONGAE VITAE!))

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