Bal d’Onsera.
El restaurante se encuentra en Zaragoza y está dirigido por Josechu Corella.
Este
gran cocinero fue dejando su esencia en los mejores restaurantes de España: El
Bulli, Zuberoa, Akelarre, Las Torres, Arzak y Martín Berasategui, hasta crear su
propio rincón, Bal d’Onsera,
el cual en 2008 obtuvo su primera Estrella
Michelin y tres años más tarde, en el 2011, el Sol Repsol.
Fue el primer restaurante con estrella de Aragón. Actualmente, ha
renovado su imagen y filosofía para intentar acercar a la
sociedad "la nueva cocina aragonesa" con su toque personal e innovador.
Josechu Corella y su equipo juegan con dos fórmulas. Por un lado, han
creado una parte de la carta que llaman “pequeños manjares” donde puedes probar diferentes tapas llenas de pequeños trocitos de Aragón, como por ejemplo:
Pincho de Borago (nuestra borraja enrollada)
Campa a tus Anchas (tartar de presa ibérica con ajos tiernos)
Paseo por el Campo (risotto de hongos)
Amarillo Poché (huevo campero escalfado con migas, hongos y calabaza)
Por otro lado, disponen además de la carta, un sistema de tres menús:
Menú de Iniciación, Menú de los Sentidos y Menú Gourmet.
Antes de compartir con vosotros el menú, hablaré de los cócteles que ofrecen al llegar como aperitivo. Dentro de su variedad como el Bloody Mary, La Vie en Rose, James “Green”, etc. yo me decidí por el Spritz, un cóctel que se ha puesto de moda y tenía curiosidad por probarlo. Es un cóctel especial y va fantástico para abrirte el apetito.
En cuanto a la elección del menú, escogí el Menú de Iniciación (30€ aprox).
Aquí, una muestra de los los platos:
Ensalada aragonesa de texturas de
temporada, refrescante y sorprendente.
Huevo encebollado, cebolla de
Fuentes en alta expresión.
Risotto rosa de langostino con
toques asiáticos
Bonito del norte “poco hecho”
Quesos aragoneses con sorbete de
ciruela Claudia de Ricla
Cada plato que probé superó el anterior, estaban todos
riquísimos. La presentación era muy cuidada y llena de color. Pero no solamente puedo destacar la comida, tengo que hablar del equipo de sala. Un servicio excelente,
de los pocos que recuerdo que me hayan atendido con tanta sutileza,atención y
delicadeza.
Algo que me llamó la atención y me gustó, fue
que mientras disfrutabas de los platos, podías observar como el equipo trabajaba en armonía gracias a la cristalera de la cocina.
Transmitían profesionalidad y se complementaban
entre sí a la perfección.
En cuanto a la bodega, disponen de
una amplia variedad de vinos tanto nacionales como internacionales. Para
acompañar el Menú de Iniciación, en mi caso elegí un Juan Gil 4 Meses, vino joven
de Jumilla, 100% Monastrell de Bodegas Juan Gil. Carnoso y potente en boca que
me maravilló.
Os recomiendo Bal d’Onsera para cualquier celebración especial o
simplemente si os apetece ir de tapas, parada obligatoria para degustar “los
pequeños manjares”.
Espero que os haya gustado y si alguno de vosotros lo ha probado, ¿qué os
parece? Me gustaría saber vuestra opinión.
"La comunicación es nuestro principal objetivo y sin vosotros no tendría sentido, gracias"
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